El jueves por la tarde, se produjo un apuñalamiento múltiple en la ciudad de Annecy, en los Alpes franceses, que dejó un saldo de seis heridos, entre ellos cuatro menores de entre 22 meses y 3 años de edad. Después de confirmar que el atacante era un ciudadano de origen sirio, las autoridades francesas descartaron cualquier móvil terrorista, aunque aún se está investigando el caso.
El gobierno francés ha actualizado la situación de los heridos, informando que dos de los niños continúan en estado crítico y su vida corre peligro. El presidente Emmanuel Macron visitó la zona el viernes y se reunió con las familias de las víctimas en el hospital de Grenoble, donde tres de los niños están siendo tratados. El cuarto niño está en Ginebra, en Suiza.
El único detenido por el crimen se identificó ante la Policía como un cristiano sirio y no tiene antecedentes penales. Se ha fijado para este viernes un examen psiquiátrico que permita determinar su estado mental en el momento del ataque.
Este trágico incidente ha reavivado el debate sobre la inmigración y el asilo en Francia, con la ultraderecha exigiendo restricciones más severas en el derecho de asilo. Sin embargo, el portavoz del Ejecutivo ha defendido la necesidad de examinar todas las solicitudes de asilo y no caer en generalizaciones.
Mientras tanto, la comunidad local de Annecy está en estado de shock y horror por lo sucedido. Las autoridades francesas están trabajando para esclarecer los motivos del ataque y garantizar la seguridad de la población en todo momento.